martes, 2 de noviembre de 2010

¿No es música para modernos?

Me acredito para ver en directo Lagarto Amarillo pero el mismo día me entero de que Fred i Son tocan una hora antes en el Groove Bar. 3 euros. No está mal. Queda pendiente hablar de este cuchitril que cada jueves propone música en directo interesante y barata.

Los barceloneses acaban resultando los tíos con menos pinta de modernos de la sala. Suben al escenario y empiezan a tocar. Un bajo, un guitarra que arpegia, otro guitarra que la rasca y una chica muy mona que toca la batería. Xavi Rosés, el de la guitarra rascada, canta como si fuera una paloma de la Rambla metida dentro de un pote de olivas. Elisenda Daura, la batería, tiene un estilo muy annaroigense. A mí, sinceramente, la combinación fónica no me disgusta.

Tocando para las obras del AVE en Gijón
Petan bien, pero son muy lineales. Los modernos que hay en la sala van a ver Fred i Son porque Rockdelux les dedica un 4x4 y dicen que son muy naïf (yo los he descubierto en Mondo Sonoro). Pero al poco rato empiezan a hablar y molestan. Xavi está metido en su papel de cantante pero de tanto en tanto echa una ojeada viral a los modernos.

Fred i Son propone música fácil, letras de casa. Algo parecido a El Petit de Cal Eril, pero sin el rollo sutil.

Entre la atmósfera y las condiciones técnicas cuesta entender las letras. Cada vez hay más modernos y cada vez hablan más alto. Hasta que parece que Fred i Son lleven cantando la misma canción media hora.

Al final Xavi se cabrea y espeta: “La cançó que interpretarem a continuación parla de la tardor i és molt suau. Els del final no la sentireu. Només dic això…”.
Creando en casa
Luego dicen no sé qué de unos cuentos e interpretan una versión muy juguetona de Belle and Sebastian. Pero los modernos siguen pasando de la música.

Al final, como prevención de autocabreo, quien se las acaba pirando soy yo.

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