domingo, 17 de octubre de 2010

Lágrimas y barbas

Sí. Yo también a veces me siento como un Peter Pan triste. Por eso a veces me gusta  
Francisco Nixon. Y qué mejor día que un domingo, cuando te sientes como un Peter Pan triste embutido en el cuerpo de Gargamel resacoso, para que Francisco Nixon te haga remar emociones adentro.

El recital de Nixon en la Sala Trono demuestra que la cultura musical en Tarragona aún da algún que otro coletazo. Y el público responde. Especialmente los new raemons, esta corriente de hombres con barba y camisas de cuadro, intelectuales, incomprendidos y parcialmente perdedores. La sala era una recreación de ‘Cómo ser New Raemon’. La cuestión es que tuve que instalarme en las escaleras, en una silla quebrantaespaldas proporcionada por la organización.


El recital estuvo chulo. Cerca de hora y cuarto, con pocas pausas y dos bises incluidos. Canciones del proyecto Francisco Nixon y de  
La Costa Brava 
que tuvo que tocar con una guitarra prestada. Una lástima, tenía ganas de escucharlo con su parlor rústica.

Canciones básicamente de contenido llorón. Desnudas, bien explotadas con la acústica, con alternancia de ritmos y arpegios en contagotas efectivos. Fran Fernández es un referente del indie español y, no nos engañemos, en parte vive de esto, porque sus letras no pasan de un pop melodrámatico anclado en los traumas postadolescentes.

Pese a todo, no está nada mal. Y menos en Tarragona, donde quejarse es dejar de comer migas.

2 comentarios:

  1. Él se llama Fran y quiere que todo el mundo se haga rico, y eso ya no es poco!
    Habrá sido estupenda la experiencia Nixon en una silla al borde de la escalera. A mí, que tenía medio asiento a ratos y conocía también media canción, me ha encantado. A pesar de los coros infantiles y gracias al paseo previo por la plaza y a los 2 bises, Mr. Nixon se lo jugó bien, no?

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  2. El señor Nixon puso todas las canciones en el asador. Una batalla sangrienta entre canciones empapadas y el sofoco de vivir al borde de la caída. Pero sí, ¡ganamos!

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