lunes, 21 de febrero de 2011

Lost in translation

Los gustos no se definen plenamente de acorde a la esencia de la persona, sino a las circunstancias. Éste es el factor que convierte cualquier cosa en algo posible. Y posiblemente sea lo más cercano a la magia. Como lo es la música por la misma razón. Por un escenario en el que todos los astros se conjugan de tal forma que no vuelva ocurrir nunca. Y lo sabes. Y por eso te pones tan triste, porque no se repetirá.

Gentle Music Men me acercó un poquito a esta sensación. Objetivamente no fue el mejor concierto. La música va más allá. Habla de las emociones. Éramos quince personas, pero algo se generó.

El grupo liderado por Dani Poveda propone unas melodías acarameladas e insistentes. Las letras también lo son. Quizá en alguna ocasión demasiado. La voz de Dani es aguda, limpia y afortunadamente para ellos personal.

Acudían a Les Golfes sin batería, pero con un conjunto de cinco músicos. Dos sintes, bajo, violín y dos guitarras acústicas. Un formato para que cualquier novel tome ejemplo de cómo desenvolverse en acústico.

Music Gentle Men suena a todo este pop que está sonando bien, pero lo hace de forma propia. Se trata de un proyecto en el que algunos de sus miembros también tocan en La Brigada. Y si están con Pere Agramunt, es que son buenos.